martes, 27 de mayo de 2008

Los 400€ para todos... y una leche ZP

Unos 11 millones de contribuyentes no recibirán el pago de los 400 euros



Aproximadamente 11 millones de contribuyentes se quedarán sin cobrar los famosos 400 euros, la medida estrella del Gobierno de Zapatero para impulsar la actividad económica. El grueso de esta cifra corresponde a rentas muy bajas, trabajadores con contratos temporales y personas con un mínimo personal y familiar muy alto, tales como pensionistas y familias numerosas.

Esta cifra correspondería a los españoles que perciben ingresos sometidos al Impuesto sobre la Renta pero a los que no se les practica retención a cuenta, que es de donde se restan los 400 euros. Para llegar a este número hay varios caminos, partiendo de la base de que en España hay 19 millones de ocupados y 7,5 millones de pensionistas, en números redondos. Es decir, 26,5 millones de perceptores de ingresos.

Pues bien, la Agencia Tributaria ingresó retenciones en 2005 (últimos datos disponibles) por rentas del trabajo y actividades económicas -los que tienen derecho a la deducción de 400 euros- de unos 15 millones de contribuyentes. Si restamos esa cantidad al citado total de 26,5 millones, obtenemos 11,5 millones de personas sin retención. Otra forma más burda que arroja el mismo resultado consiste en dividir el coste de la medida anunciado por Pedro Solbes -6.000 millones de euros- entre 400 euros: 15 millones de personas también, lo que deja a 11,5 millones fuera de la medida.

Un antiguo alto cargo de la Administración Tributaria cuando se acometió la reforma fiscal de 2006 confirma que "los cálculos sobre cuántos contribuyentes quedaban exentos de retenciones con la nueva forma de calcularlas arrojaban unos 11 millones de personas". Finalmente, si hacemos caso a los cálculos del gobierno de 16,4 millones de beneficiados por la medida, nos quedan unos 10,1 millones de contribuyentes sin 400 euros.

Luis del Amo, director del Registro de Economistas Asesores Fiscales, explica que se encuentra en esta situación (exento de retenciones) un trabajador con contrato indefinido que perciba 9.650 euros brutos anuales (si es soltero sin hijos), 10.750 euros (si tiene un hijo) ó 11.155 euros (si tiene dos hijos). Hay cierta confusión entre la práctica de la retención y la obligación de declarar, que la Ley fija en 22.000 euros anuales. Del Amo calcula que un trabajador con esta retribución sufre una retención muy superior a los 400 euros anuales: 3.525 euros (siendo soltero sin hijos).

Los jóvenes del 2% recibirán menos de 400 euros

A esta cifra habría que añadir aquellos contribuyentes que tienen retención a cuenta pero sin llegar a 400 euros anuales. Aquí se encuentran muchísimos trabajadores con contrato temporal inferior a un año de duración -normalmente jóvenes que todavía no han logrado un empleo fijo-, cuyo tipo de retención habitual es el 2%. Pero es casi imposible calcular el número de personas en esta situación.

Hay que recordar que la medida se establece como una deducción de 400 euros en la declaración del ejercicio 2008, con la particularidad de que se adelanta su devolución a las retenciones practicadas a partir de junio. Eso significa que los que tengan una retención inferior a 400 euros al año sólo podrán recuperar el total retenido y perderán la diferencia hasta la cifra prometida por el Ejecutivo.

Es más, las personas cuya retención no llega a 400 euros entre junio y septiembre con el sistema actual no sufrirán retención alguna en dicho período, pero tendrán que esperar a la declaración de junio de 2009 para recuperar lo que se les haya retenido antes de junio (siempre con el tope de los 400 euros).

Finalmente, aquellos trabajadores cuya retención mensual no alcanza los 200 euros -independientemente de si llegan a los 400 euros al año o no- no podrán cobrar esta cantidad en junio. La diferencia entre 200 y su retención mensual se prorrateará entre las seis nóminas siguientes y se añadirá a los 33,33 euros de todos los trabajadores. Como se aprecia, un auténtico lío que trae de cabeza a las empresas y que se ha agravado por la tardanza del Ejecutivo en aprobar el Real Decreto que concreta la aplicación práctica de la medida (no lo hizo hasta el viernes pasado).

No es una medida social

La exclusión de tantos millones de contribuyentes del cobro de los 400 euros, en especial de las rentas más bajas, ha provocado fuertes críticas desde distintas organizaciones sociales y políticas, empezando por el Partido Popular, que propuso que esos 400 euros pasaran directamente a las arcas de la Seguridad Social y que se dedujeran de las cotizaciones de los trabajadores. Una medida más igualitaria que beneficiaría a las rentas bajas, según su portavoz económico, Cristóbal Montoro.

En todo caso, no hay que olvidar que el pago de los 400 euros no es una medida social de redistribución de la riqueza, sino una medida de impulso al consumo privado para paliar la grave crisis económica que ha comenzado en nuestro país. Es decir, se trata de que todos los contribuyentes, independientemente de sus ingresos, tengan una cantidad extra en sus nóminas para gastar (otra cosa es que la actual espiral inflacionista se puede comer rápidamente esa cantidad).

En este sentido, la medida -ideada por Miguel Sebastián en la campaña electoral y ampliada posteriormente a pensionistas y autónomos- es una copia del cheque fiscal de 600 dólares de George Bush en EEUU. Pero de esta comparación también sale perdiendo el socialista Zapatero, puesto que el conservador Bush ha fijado un tope de renta para percibir esa cantidad, mientras que en España no hay ninguno.



Fuente: Elconfidencial

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