El cámara de National Geographic Bob Poole viaja a Mali, en Africa, para filmar a los elefantes en el desierto. En una de las jornadas de rodaje, él y su equipo se detienen a esperar una tormenta de arena para filmar su llegada. "No teníamos muchos sitios a dónde escapar", asegura. Unos minutos después, se ven engullidos por uno de los fenómenos naturales más violentos y dantescos que uno pueda imaginar. "Es la cosa más bestia que he visto en mi vida", asegura Poole, "parecía que el mundo se iba a acabar". En cuestión de segundos la noche se cierne sobre ellos mientras el viento lo barre todo a su paso. Cuando va aclarando, los humanos parecen extrañas criaturas caminando por la superficie de Marte.
Fuente: http://www.fogonazos.es/
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