miércoles, 6 de enero de 2010

Hasta las pesadillas pueden ser bellas




Muchos habréis fijado vuestra atención en el pez payaso de la fotografía sin reparar en el inquilino en el interior de su boca. Fíjate otra vez. No, no es su lengua. Se trata de un crustáceo llamado Cymothoa exigua que parasita a sus vícitmas y sustituye su lengua.

Este crustáceo isópodo es el único parásito conocido que sustituye por completo un órgano de su huésped. Al principio solo bebe la sangre de la lengua pero después ésta se atrofia y el parásito suple su ausencia sin que el pez sufra mayores consecuencias (se alimenta de su sangre y mucosas, no de lo que el pez come). Circulan un montón de imágenes escalofriantes de este bichito por la red, pero en ésta los dos (parásito y huésped) han salido bien guapetones.


Fuente: http://www.fogonazos.es

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