La grabación es algo antigua, de agosto de 2002, pero es un documento interesante para tenerlo en nuestros archivos.
Puede parecer un evento chabacano y de mal gusto, pero nada más lejos de la realidad. Se celebró en el prestigioso London Science Museum y en el vídeo se puede observar el respeto y la admiración que despertó Paul Hunn en su intento de batir el récord mundial de eructos que él mismo poseía, establecido en 118 decibelios. Lamentablemente no tuvo éxito y se quedó en unos muy dignos 108 decibelios.
Con ustedes, Paul Hunn en acción.
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