Funciona de una manera sencilla. Cuando vayas a repostar, solo tienes que acercar la boquilla de la manguera al aparato en cuestión, que se coloca en la boca del depósito. Al entrar en contacto, analiza lo que vas a echarle y emite una luz. Si es roja y parpadea, es que estás echando el carburante erróneo. Si es verde, estás atento a lo que tienes que estar. (Mejor explicado aquí).
Hay dos versiones, una para gasolina y otra para diésel.
Fuente: http://www.nopuedocreer.com
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