A parte de habilidad, estos chiquillos llevan muchas, muchas horas practicando este juego de vasos, y se nota porque han logrado una coordinación digna del mejor trilero que hayáis visto nunca.
Quedáos con sus caras, que cualquier día de estos os los encontráis por cualquier calle y ya sabéis que tenéis todas las de perder.
Quedáos con sus caras, que cualquier día de estos os los encontráis por cualquier calle y ya sabéis que tenéis todas las de perder.
Fuente: http://www.nopuedocreer.com
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